Por Frank Jiménez
Se dice que “Un pueblo sin cultura, es un pueblo sin identidad”, una frase acuñada por el escritor y filósofo español Miguel de Unamuno, es lo mismo que decir de “Un pueblo sin cultura, es un pueblo sin historia” porque la cultura y la historia de un pueblo reflejan su pasado y constituyen su presente.
Y precisamente de eso trata la aberrante idea de mutilar o destruir la EDIFICACIÓN EN CONCRETO Y MADERA MAS VIEJA DE BARAHONA, que es el edificio consistorial que hoy alberga al Honorable Cuerpo de Bomberos de Barahona, construido en su primera fase en el 1921, lugar donde funcionaron en distintos momentos el Teatro Ideal*(1)propiedad del Sr. W. Games, que luego fue llamado Teatro Peavi*(2), de una sociedad por acciones, Tribunal de Primera Instancia, la Tesorería Municipal, Conservaduría de Hipotecas, Fiscalía y Policía Nacional que tenía la cárcel en patio de la edificación.
En el 1947 se le construyó la segunda planta y desde el 1957 ha sido el Cuerpo de Bomberos después de ser trasladada de su antigua ubicación que estaba en una casa en la calle Nuestra Señora del Rosario esquina 30 de Mayo, justo donde esta la edificación del correo.
Como ustedes pueden notar, esa casona tiene méritos patrimoniales y el irrespeto a los monumentos de nuestra historia como pueblo no pueden ser eliminados de la noche a la mañana con decisiones a la ligera, al intentar demoler ese edificio, disque para darle paso a la modernidad, tal y como se pretendió hacer con la Glorieta del Parque Central.
Al parecer en Barahona la ignorancia (en el sentido lineal de la palabra) y las apresuradas decisiones van de la mano, si tomamos en cuenta como van desapareciendo lugares que formaron parte de nuestra historia. Me refiero al “Teatro La Unión” (propiedad privada) que albergaba grandes historias de nuestros antepasados y de la cultura de Barahona, la destrucción de la casona donde nació la Soberana Casandra Damirón, en la calle María Trinidad Sánchez.
Las autoridades miran con desdén edificaciones importantes de nuestra historia como la casa de los 7 candados, el viejo edificio del Teatro Bahoruco, también de propiedad privada abandonado a su suerte y en constante deterioro. De que son propiedades privadas, no puede ser excusa para no regular lo que es catalogado como patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad ya que esas son funciones edilicias, regulaciones que se aplican con energía en la zona colonial de la Capital Dominicana.
Y qué decir del “Cañón de la Avenida”, una pieza que nos recuerda los héroes barahoneros de la Restauración, convertido en un adorno de un lugar de diversión, donde no son compatibles la solemnidad del monumento con las actividades que allí se realizan.
«Debemos dejar claro y preciso que sí… queremos un nuevo y moderno cuerpo de bomberos, debidamente equipado y que le permita a esos héroes anónimos realizar su trabajo con eficiencia, pero distinguidas autoridades la Alcaldía y el Gobierno tienen lugares donde pueden hacer este moderno edificio o en su defecto adquirirlo».
En tal sentido, los barahoneros donde quiera que estén, “RECHAZAMOS LA DEMOLICIÓN DEL CUERPO DE BOMBEROS”
Hay algo que realmente no entiendo, partiendo de que las autoridades que están auspiciando este despropósito intenten nueva vez postularse a un cargo publico con UNA CRUZ TAN PESADA….si continúan con esta iniciativa.
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