SANTO DOMINGO.-Hay dos prófugos que hoy desafían a las autoridades dominicanas: Pedro Alejandro Castillo Paniagua (“Quirinito”) y Argenis Contreras, el primero de estos condenado por homicidio y el segundo buscado por la misma causa.
El caso de Castillo Paniagua puede que haya sido el más alarmante de los escándalos de los últimos años: fue declarado muerto por un médico legista pero las autoridades señalan que está vivo y que muy posiblemente haya escapado del país en un extrañísimo entramado de corrupción que aun no ve salida.
La desaparición de “Quirinito” encuentra en su esposa un inconveniente: ella le declaró a las autoridades no estar en condiciones de revelar donde fue sepultado su cónyuge. Este era uno de los caminos que tenían las autoridades para esclarecer su desaparición.
Jennifer Domínguez, esposa de “Quirinito”, debe notificar a las autoridades en caso de que desee salir del país.
El otro caso lo representa Argenis Contreras, uno de los principales acusados de asesinar al profesor universitario Yuniol Ramírez, y quien salió del país el pasado jueves 12 de octubre. Ese mismo día fue encontrado el cuerpo del profesor en un arroyo en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste. El día 11 de miércoles fue asesinado.
Contreras ya lleva seis semanas desaparecido y lo más novedoso de su caso es que borró su cuenta en la red social Facebook, donde exhibía fotografías de sus viajes por Estados Unidos y distintas provincias de República Dominicana.
La familia de Yuniol Ramírez denunció que el principal acusado de la muerte de su pariente se encontraba en Holanda, en Europa, de acuerdo a informaciones que les habían llegado de que se encontraba allí. Las autoridades informaron la pasada semana que seguían trabajando para lograr su apresamiento.
Datos
Pedro Alejandro Castillo Paniagua “Quirinito” y su defensa alegaron que estaba enfermo, con un cáncer terminal. En vista de eso fue enviado a cumplir prisión domiciliaria a un apartamento en San Francisco de Macorís. Fue allí donde le certificaron la muerte, aunque las autoridades aun no han dado con la tumba del condenado por el homicidio del español Gustavo Adolfo Cervantes (Waikikí).
El padre de “Quirinito” le declaró a las autoridades no tener constancia de su hijo hubiese muerte y les aseguró que de ser así a él le habrían presentado el cadáver de su hijo.
Del otro lado está Argenis Contreras, quien se desempeñaba como asesor en la Oficina Metropolitana de Servicios Autobuses (OMSA), y de su director Manuel Rivas, quien se encuentra cumpliendo un año de prisión preventiva en Najayo, en San Cristóbal.
El profesor Yuniol Ramírez denunció semanas antes de su muerte supuestos actos de corrupción en la OMSA, relacionados con la reparación de autobuses. Las investigaciones revelaron un presunto acuerdo por el que se le pagaría a Ramírez la suma de cuatro millones de pesos a cambio de su silencio.
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