SANTO DOMINGO.- La vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño, llamó este lunes a la sociedad a unir esfuerzos para modificar la cultura machista, la cual, a su entender es la principal causa de la ola de feminicidios en el país.
“La cultura machista es la que está acabando con las mujeres. No nos vamos a cansar hasta que no haya una sola muerte más. No nos vamos a cansar de luchar, de innovar, de acompañarles para librar a la República Dominicana de este cáncer del feminicidio, de este flagelo, de este mal que nos abate a todos y que como sociedad nos entristece, porque la mujer es la vida, la madre, es el ser que da la vida”, manifestó.}
En la presentación del informe Caracterización Niños, Niñas y Adolescentes Huérfanos por Feminicidio y Avances de Respuestas Institucionales, la Vicemandataria explicó que esa iniciativa, que tiene poco más de un año de aplicación, ha permitido que los huérfanos y las familias que les acogen puedan contar con asesoría legal, psicológica y de creación de capacidades o empoderamiento para la libertad económica y la generación de ingresos de las familias acogedoras.
El informe sostiene que unos 332 niños, niñas y adolescentes afectados por feminicidios reciben apoyo emocional, psicológico y socioeducativo mediante el Protocolo de Atención implementado por la Vicepresidencia de la República a través del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli) en coordinación con otras entidades oficiales.
El Protocolo trabaja dando seguimiento personalizado a 232 niños, niñas y adolescentes huérfanos, incluyendo a unos 100 que viven en las casas de familias ampliadas, lo que suma un total de 332.
Descripción del apoyo
El informe, que fue presentado en el Salón Verde del Palacio Nacional, por la directora general de Prosoli, Altagracia Suriel, indica que 111 familias extendidas se sumaron a la labor de protección de estos infantes que han perdido a uno de sus progenitores o ambos.
Las familias afectadas reciben las visitas de un equipo liderado por Prosoli, que motiva a cada uno de sus integrantes a participar en diferentes terapias y actividades que forman parte del proceso de recuperación y crecimiento. Los procesos de integración incluyen a familias extendidas o acogedoras de niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidios, las cuales reciben seguimiento personalizado.
Para la Vicepresidenta, cuando se registra un caso la familia juega un papel importante, y a su juicio, el apoyo que reciben de las instituciones del Estado es el primer paso para una vida diferente y puedan ser personas plenas y emocionalmente estables.
“Como estos niños luego se convierten en adolescentes, en jóvenes y en adultos, imagínense ustedes con todos aquellos traumas que traen de haber vivido situaciones tan duras, tan terribles, difíciles e inimaginables como la pérdida de sus padres o de su madre en esas situaciones. Pues ahí entramos nosotros con el apoyo sicológico, para que el niño o la niña tenga la capacidad de perdonar, de reencontrarse, de recapturar su autoestima, su autoconocimiento de recobrar también el sentido de pertenencia”, puntualizó.
El protocolo fue elaborado por el Ministerio Público, Policía Nacional y los ministerios de Salud Pública (MSP) y de la Mujer, así como el Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (Conani) con el propósito de establecer los mecanismos para abordar de manera apropiada y ordenada todo lo relacionado con la protección de esta población en el momento en que pierde a su madre y, en algunos casos, también a su padre o victimario.
Acompañaron la Vicepresidenta y a Suriel en la línea de honor la representante en el país del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Rosa Elcarte; la procuradora adjunta para Niños, Niñas y Adolescentes, Marisol Tobal; y en representación de las familias acogedoras, la señora Isolina Padua.
Estadísticas
En lo que va de año más de 80 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, según datos de la Procuraduría General de la República. Cuando ocurre un suceso, los psicólogos de Prosoli trabajan la parte relacionada con el duelo, para que estos infantes puedan comprender de la mejor manera los cambios que ocurrirán en sus vidas a partir de ese momento.
Para establecer los resultados de la aplicación del protocolo se realizó una investigación que arrojó que el 40 por ciento las víctimas son mujeres con edades entre 25 y 33 años; un 32.6 por ciento tiene 34 a 42 años; el 20 por ciento de las féminas asesinadas se encuentran entre los 16 y 24 años, mientras que las menos agredidas son las que tienen 43 años en adelante. La encuesta establece que los responsables de las agresiones son hombres jóvenes con edades entre 21 y 30 años. En el 95 por ciento de los casos, el promedio de edad del agresor es de 38 años.
Por otro lado, el 58.8 por ciento de estos hogares posee la tarjeta Progresando con Solidaridad. Todas las familias que califican y las que no son incluidas en el proceso de acompañamiento sociofamiliar, que busca motivar a los integrantes a mejorar sus condiciones de vida.
El informe indica también que el 92.6 por ciento de los niños, niñas y adolescentes huérfanos de víctimas de feminicidio están en la escuela y que el 80.4 son llevados por sus cuidadores al médico regularmente.
Casos legales
En la actualidad hay 43 casos a los que se le da seguimiento legal de manera gratuita. El protocolo establece que cuando el Ministerio Público se apodera de un caso de feminicidio antes de las 24 horas, los niños, niñas y adolescentes deben ser reguardados por un familiar o por vecinos más cercanos. Cuando una familia asume la responsabilidad con uno de estos menores reciben asesoría y el apoyo de abogados y, en caso de ser necesario, someter a la justicia al victimario.
Sobre el Protocolo de Atención
El protocolo, lanzado en 2015, se ejecuta a través del programa Progresando con Solidaridad con el apoyo del Ministerio Público, el Conani, los ministerios de la Mujer y Salud Pública, el Seguro Nacional de Salud (Senasa), Policía Nacional, entre otras instituciones del Estado y no gubernamentales, y viene a fortalecer la protección social con una política pública dirigida a garantizar los derechos de los menores afectados por dichas tragedias.
Con la iniciativa, los niños y niñas provenientes de familias de escasos recursos en diferentes puntos del país reciben acompañamiento sociofamiliar, socioeducativo, apoyo sicológico y se dota de transferencias monetarias condicionas a aquellos hogares que, además de enfrentar un feminicidio, han sido categorizados en pobreza extrema o moderada por el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben).
Los hogares categorizados por el Siuben reciben la tarjeta Progresando con Solidaridad, que incluye Comer es Primero, Incentivo a la Asistencia Escolar (ILAE) y el Bono Estudiantil Estudiando Progreso (BEP), así como el acompañamiento personalizado que contempla el programa.
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