Hace pocas semanas Google anunció que en agosto de 2019 cerraría su red social, Google+, uno de los grandes nubarrones de su historia dentro de una política empresarial brillante y luminosa, pero en las últimas ha detectado un nuevo fallo de seguridad con los datos personales de sus usuarios, lo que ha llevado al gigante norteamericano a adelantar incluso unos meses la fecha de cierre de previsto, estimada ahora para abril del año en el que estamos a punto de entrar.
David Thacker es el vicepresidente de gestión de producto de Google, y es la firma de una entrada en el blog de la corporación, ‘The keyword’, uno de sus canales habituales de comunicación global, en la que se confirma esta nueva fecha de cierre y se exponen los motivos de la aceleración de los plazos.
Causas del cierre de Google+
El bajo uso de la plataforma y un primer episodio de fallos graves en la protección de datos de sus usuarios fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los dirigentes de Google con su red social, lo que les llevó a publicar la noticia de su cierre definitivo el pasado mes de octubre. Pero como explica Thacker en el comunicado, no ha sido el único fallo detectado, sino que se ha detectado uno tan grave como el anterior, ya que afecta a la información privada de más de 52 millones de personas.
El error se debió, según reconoce la empresa, por una actualización del software introducida en noviembre que fue la que provocó una brecha de seguridad que estuvo vigente durante casi una semana. “Descubrimos este error como parte de nuestros procedimientos de prueba estándar y en curso y lo arreglamos dentro de una semana de su introducción”, afirma David Thucker a través del blog oficial de la compañía con sede en Mountain View, California.
Los datos que quedaron al descubierto durante la semana del 7 al 13 de noviembre, que fue cuando se lanzó la actualización de software, fueron el nombre, el correo electrónico, el empleo y la edad de los usuarios, incluso de los que tuvieran la cuenta configurada como privada. Afortunadamente, Thucker ha querido acompañar sus palabras con un mensaje tranquilizador, ya que asegura que “no tenemos evidencia de que los desarrolladores de aplicaciones que tuvieron este acceso inadvertidamente durante seis días lo supieron o lo usaron mal de alguna manera”, lo que disipa algo la incertidumbre y el enfado generado entre los usuarios afectados, muchos de los cuales tienen además sus perfiles inactivos desde hace tiempo seguramente.
Google también ha querido dejar claro que no se vieron afectados datos más comprometedores todavía para la seguridad de sus usuarios, tales como los de índole financiero, números de identificación personal, o acceso a contraseñas u otro tipo de información que pueda ser utilizada para el fraude y el robo de identidad, pero está claro que no por ello deja de ser otro varapalo para la empresa americana, que no podrá cerrar esta vía de escape del agua en su barco hasta que no clausure definitivamente la red social. El adelanto en la fecha es, sin duda alguna, una muestra evidente de la prisa que tiene Google por hacerlo, si bien no puede adelantarlo más porque los usuarios, tanto empresariales como personales, necesitan un paréntesis temporal para poder migrar sus datos o tomar la decisión que crean oportuna con el contenido que tienen volcado en ella.
Un fallo en un camino de éxito
Aunque efectivamente Google+ es probablemente el proyecto más errático en la historia de la compañía, no se puede tampoco dramatizar con el fiasco, porque el impacto y el nivel de penetración de sus herramientas en la vida diaria de las personas hoy en día es tan profundo que este tipo de noticias no son más que un conato de incendio que solo afecta a la imagen de la empresa a corto plazo, por lo que el fuego puede controlarse en muy poco tiempo porque la repercusión no va mucho más allá.
Eso sí, en un año en el que desde Mountain View se han presentado numerosas aplicaciones nuevas y sobre todo avances y mejorar en otro gran número, el cierre de Google+ no es el único en lo que va de 2018 en lo que a Google se refiere, ya que también clausuraron en el segundo trimestre del año su shortener (goo.gl), el acortador de enlaces de su creación a los que tanto se recurrió durante un espacio corto pero intenso de tiempo, especialmente con el coincidiendo con el crecimiento de Twitter, ya que su limitación a 140 caracteres por publicación obligaba a buscarse la vida para recortar todo lo posible cualquier tipo de enlace al tweet que se quería publicar porque de lo contrario éste se comía la totalidad de los caracteres en muchos casos.
Aunque la herramienta ya se está dejando morir, en este caso no estará del todo inhabilitada hasta el 30 de marzo, casi al mismo tiempo del cierre de Google+, momento desde el cual no se podrán crear ni tampoco gestionar enlaces acortados con anterioridad.
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