Opinión
Cada día cientos de dominicanos se presentan en los diferentes hospitales de nuestro país, buscando soluciones a quebrantos de salud o para continuar chequeos médicos de rutina, pero el maltrato que reciben es inaceptable.
Todo empieza jerárquicamente, desde el personal de aseo y ornato del hospital, hasta el personal administrativo, que se encarga, se supone, de velar que todo en el hospital marche bien a favor del paciente.
Las enfermeras son un ente esencial en desarrollar y llevar a cabo las demandas de los usuarios, así como obedecer órdenes del médico; sin embargo es notable que las llamadas “Nurses” son las menos dispuestas en colaborar, orientar, llevar a cabo los mandatos del médico y detallar las cuestiones que perturban a los usuarios.
Es posible que por estrés de trabajo, principalmente a causa del pluriempleo, las enfermeras no estén en condiciones óptimas de actuar en ciertas situaciones, pero si desempeñan esa labor por decisión propia, deben hacerlo con amor.
Los médicos son los que deben promover la solidaridad para con los pacientes, la humildad, la sencillez, la empatía, la calidez, el respeto y muy por encima de todo, amor por la profesión, sin embargo, lamentablemente y muy penoso es decirlo, en nuestros hospitales pocas veces encontramos esas cualidades en nuestros galenos.
Hay médicos que llegan tarde a su consulta en la mañana, sin importarles que los pacientes esperen desde muy tempranas horas del día, haciendo largas filas y turnos para una consulta, conversar con ellos, aclarar sus dudas e inquietudes, y al final son tratados de forma indiferente y desinteresada. Eso debe de cambiar y cambiar para bien.
Pero no todo está perdido. Existen personas en nuestros hospitales que sí dan un trato digno, humano, afable y humilde a esas personas que acuden a ellos en busca de mejorar su situación de salud. Hablo de médicos y enfermeras que sí saben y conocen las necesidades médicas, mentales y sociales de esos que al no tener recursos, sus opciones son muy limitadas.
La situación del maltrato del personal médico en perjuicio de pacientes debe ser un tema seriamente a trabajar por toda la sociedad dominicana, pero particularmente por el Gobierno y el Colegio Médico Dominicano.
Esperamos que las autoridades competentes hagan oído a este llamado, nuestra gente merece ser tratada de forma digna y humana, no apoyemos, no toleremos, no permitamos este tipo de comportamiento negativo.
POR LUIS BRITO
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