Por JULIO GOMEZ FELIZ
Senores lo que ha ocurrido
en este 15 de mayo
sera siempre recordado
por los que aun no han nacido.
Fueron unas votaciones
especialmente en Cabral
llenas de tantas presiones
que jamas se han de olvidar.
En Cabral las elecciones
han quedado cuestionadas,
fruto de las ambiciones
con fines de controlarlas.
La Dirección del Partido
trago un agrio verengenal:
incurrió en el desatino
de aqui no convencionar.
Ya existian dos candidatos
inscritos en las primarias;
Pero un supremo mandato
desencadeno las rabias.
Existian dos contendientes
a lo interno del morado...
Ellos muy bien preparados
Sin malos antecedentes.
Ellos confiaban ganar
en las ansiadas primarias.
Eso era lo mas ideal
para evitar represalias.
Y fue todo lo contrario...
En un pueblo levantisco,
donde tornarse adversario
no es solo de pequeñitos.
Ahi tenemos el tranque:
Dos compañeros valiosos
Ambos se dan ganadores...
Y la Junta de alla arriba
no divulga perdedores...
Ojala que el PLD
en la cúpula Suprema
al problema no le DE
un sonido de Sirena.
Y que a los dos contendientes,
valiosos y militantes,
no les vengan con allantes
ni rompiéndose los dientes.
Que a esa gran militancia
ansiosa de soluciones:
se escuchen sus prefencias,
su hambre y sus corazones.
Pues en verdad que en Cabral
la pobreza nos da pena!...
Aqui el que no llora ta mal
Y el que ta mal lo refleja.
De manera cabralenos:
no es hora de lamentarnos...
Es momento de movernos,
de existir... de prepararnos...
Y juntos todos, de manos,
alla en la Casa Suprema,
con voz de dominicanos
defendamos nuestro emblema.
Hagamos justos reclamos
de lo que Cabral merece;
pues ya vemos que amanece
Y que nada hemos logrado.
Culpables somos nosotros
los nacidos en Cabral,
por echarnos a pelear
cuando nos agreden otros.
Pensamos solo en "lo mio"
a la hora de mandar,
y el pobre pueblo jodío
no halla a quien reclamar.
Por Dios, hijos de Cabral!
Esto no es solo el Gobierno
que lo ha de solucionar...
Y menos los del infierno!...
Son sus hijos los primeros
en aportar sacrificios.
No es cosa de pordioseros
darle a su pueblo su sitio.
Porque, senores, lo digo
con mis versos tan sencillos:
Cabral parece un anciano,
un mendigo pordiosero.
Nadie se quita el sombrero
cuando le extiende la mano.
Nadie le depara un ramo
de olivo ni de consuelo,
y en su penodo desvelo
sus males justificamamos.
Y es que nosotros senores,
no causamos esos males
pero debo recordarles
que somos embajadores.
Somos de esos soñadores
que vendimos ilusiones
y en miles de corazones
no despertamos temores.
Generamos la confianza
de llevarles dignidad.
Pero hoy la realidad
se tornó en desesperanza.
Donde estan los compañeros
que hicieron su profesion
y sin gestos de ambición
son los mismos Rinconeros?
Descendamos a los barrios,
los sectores marginados,
y verán cuan olvidado
vive el purblo su calvario.
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